Tortilla española

Darle la vuelta a la tortilla.  Para mí, un hándicap.  Freír las patatas, -y la cebolla-. Batir los huevos. Empapar las patatas y la cebolla en el huevo. Calentar aceite de oliva en la sartén. Verter la mezcla del huevo hasta que cuaje la parte del fondo de la sartén y ¡ay! darle la vuelta. ¿Cómo?

He probado de muchas maneras. ¿Un plato? No tengo ni la destreza ni el equilibrio. ¿Un vuelcatortillas?  Ángel, mi tío me regaló uno, precioso, de cerámica de Talavera... Pesaba un quintal.  Entre el peso de la sartén con la tortilla y el del invento... Inviable. ¿Una sartén para tortillas? Son dos sartenes juntas, de forma que le das la vuelta sin complicación... Mi madre me compró una para probar, pero también pesan una barbaridad... Al final, un guante de horno y una tapa de sartén más grande que en la que haga la dichosa tortilla, y suspense hasta el último momento, porque puede que en vez de tortilla sean ... huevos revueltos. 

Unos amigos uruguayos, Charlene y su familia, nunca la habían probado.  El pan con tomate, tampoco.  El jamón serrano les encanta, sobre todo a Pablo, el marido de Charlene.  Yo lo sabía, (lo del jamón), así que cuando fui a visitarlos a Montevideo metí unos sobres de jamón envasado al vacío en el equipaje, entre la ropa, con el riesgo de que fuera decomisado en la aduana, pero bueno...

O no lo vieron en los rayos X al pasar la maleta, o me dejaron pasarlo, nunca lo sabré.  El caso es que llegó a su destino.  Y una noche, hicimos cena "española". Pan restregado con tomate y ajo, que hicieron los niños, Valentino y Triana, y tortilla de papas, que Pablo volteó.

La madre de Pablo decía: - Acá también cocinamos tortilla de papas…, Pero la versión uruguaya es con puré de patata, que vuelcan en el huevo... ¡Qué cosas! ¿verdad?

Mi querida amiga Charlene alguna vez me cuenta que han conseguido jamón y que han hecho tortilla para cenar.  Han pasado casi 10 años de mi visita,  y de aquella cena. Los niños son adolescentes ahora y han pasado muchas cosas… Sin embargo, ojalá que nos veamos pronto, a uno u otro lado del charco.  

En cuanto al sentido figurado al que se refiere la expresión respecto a revertir una situación desfavorable... ese melón lo abriremos otro día.