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Mostrando entradas de 2024

El amor coloca

- Si yo algo loco, loco, o loquito; tú loca, locazas.- Te decía, porque me mirabas arrobada, con una sonrisa de oreja a oreja que no se te borraba de la cara. Parecías ida. Todo eran besos, caricias, risas. - El amor todo locura .- Afirmabas risueña cuando asomaban las dudas; nos creíamos invencibles.  Hasta íbamos juntos a las sesiones de terapia.  Tu psiquiatra estaba sorprendida; nunca te había visto tan contenta, aunque por los síntomas de tu enfermedad, parecía sida . Te advirtió: - Las hormonas son pura química, lo hemos hablado antes.  Lo que sientes ahora es una euforia provocada por la droga del amor, la oxitocina.  Estáis pletóricos.  Dopados de oxitocina. - Explicó, con su media sonrisa, desde su trinchera de doctora privada profesional. - El amor; todo lo cura. - Te susurré, mientras te cogía la mano. Dicen que la fase de enamoramiento dura cuatro años. Nuestra relación empezó a transitar por una senda desconocida. Hoy celebramos nuestro aniversa...

Tortilla española

Darle la vuelta a la tortilla.  Para mí, un hándicap.  Freír las patatas, -y la cebolla-. Batir los huevos. Empapar las patatas y la cebolla en el huevo. Calentar aceite de oliva en la sartén. Verter la mezcla del huevo hasta que cuaje la parte del fondo de la sartén y ¡ay! darle la vuelta. ¿Cómo? He probado de muchas maneras. ¿Un plato? No tengo ni la destreza ni el equilibrio. ¿Un vuelcatortillas?  Ángel, mi tío me regaló uno, precioso, de cerámica de Talavera... Pesaba un quintal.  Entre el peso de la sartén con la tortilla y el del invento... Inviable. ¿Una sartén para tortillas? Son dos sartenes juntas, de forma que le das la vuelta sin complicación... Mi madre me compró una para probar, pero también pesan una barbaridad... Al final, un guante de horno y una tapa de sartén más grande que en la que haga la dichosa tortilla, y suspense hasta el último momento, porque puede que en vez de tortilla sean ... huevos revueltos.  Unos amigos uruguayos, Charlene y su...

Canciones

 Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así,   hoy me levantado dando un salto mortal,  bandido hoy muero yo por ti, tu paloma fui;  gavilán o paloma. El corazón que a Triana va, nunca volverá, ¿quien me va a curar el corazón partío? Entre dos tierras estas y no dejas aire que respirar, ...  Pero esta es mi naturaleza, cambiar por ti me da pereza, si salgo sola soy la zorra, si salgo y se me hace de día, soy más zorra todavía...  Súbete la falda y vamos a bailar, aquí mismo, que nos vea todo el bar,  Aire, pensé por un momento que era aire, sin forma definida,  Y aunque fui yo quien decidió que ya no más, olvidarte me cuesta tanto, olvidarte me cuesta un rato.  - Hoy puede ser un gran día, J.M. Serrat - Hoy voy a pasármelo bien, Hombres G - Bandido, Miguel Bosé - Gavilán o paloma, Pablo Abraira - Sevilla, Miguel Bosé - Corazón partío, Alejandro Sanz - Entre dos tierras, Héroes del silencio - Zorra, Nebulossa - Ciencia ficción, Leiva - Ai...

Despedidas

El tema era la sinestesia, o la evocación de los sentidos. Lo escribí el 11 de abril de 2024 y creo que estaba bastante enfadada, a la vista del resultado, aunque nadie ha sufrido daños con la escritura del relato; no está basado en hechos reales, y  a pesar de que los que me conocen puedan reconocer a algunos de los personajes, cuyos nombres son ficticios, debo decir que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. ***     En los primeros capítulos de Cuéntame el personaje de Herminia era la la viva imagen de mi abuela Candelaria, con su bata, su rebeca y sus alpargatas, entrada en carnes, resolutiva y sensata, y dotada de un idéntico sentido del humor al del personaje de la serie. Tal vez por eso me decía  que me iba a dejar toda la herencia, pero era mentira o tal vez nos lo decía a todos. De la misma manera, durante muchos años, cualquier anciano con boina, o andando con las manos entrelazadas a la espalda, era el abuelo Antonio, del que no me pude de...

Doble cara

Me llamo Serguei.   Tengo 25 años y veraneo todos los años en la Costa Dorada, en Salou.   Hablo bastante bien español.    No volví a casa, a San Petersburgo tras las últimas vacaciones.   Me habían llamado a filas. Lo entiendo, ahora no se puede parar la guerra. Pero no quiero ser yo. He perdido mi plaza en la universidad y no sé nada de mi novia, de mi familia ni de mis amigos.   Hasta noviembre no fue difícil.   Encontré trabajo como peón de albañil, me rapé la cabeza y me dejé barba.   He tenido que buscarme una nueva identidad.   Soy un proscrito.   En Rusia solo me espera la cárcel o la guerra.   El invierno, aunque metereológicamente podría ser mi verano, ha sido más duro.   Estoy aprendiendo catalán.   Así no pensarán que soy ruso.   A veces digo que sí, que una pareja española me adoptó.   Pere y Susana se llaman.   Añado capas a la mentira.   Es una novela.   Pero me siento ...