CRISIS
CRISIS
Originalmente, la palabra
deriva del verbo en griego antiguo “krinein”, cuyo significado es juzgar para
tomar una decisión y cuyo sustantivo “krisis”, significa juicio, decisión.
Según Steven James Venette “crisis es un proceso de transformación en el que no
se puede mantener el sistema antiguo”.
Pues así estoy yo. En crisis.
La de los 50 adelantada, o la de los 40 con retraso, vaya usted a
saber. El caso es que estoy en un
proceso de CAMBIO, así, con mayúsculas.
No es solo que me hayas
echado de casa, y un tornado haya arrasado con todo, que también.
Es que...cualquier tiempo pasado me parece mejor. A lo mejor esta descarga eléctrica en las
pelotas era lo que necesitaba…
- Yo voy de subida y tu de bajada, y juntos no
vamos ni para atrás ni para delante… y eso me desespera, -me dijiste.
- No quiero… no quiero dar la batalla por
perdida.- Balbuceé.- No. Lo pelearé, te
aviso.- Insistí.
Pero me batí en retirada.
Tenías razón. Así que recogeré mis pedazos, me lameré las heridas y
me levantaré de nuevo. Y habrá
alguien. Yo, frente al espejo, al
menos. Mi familia, mis amigos de
siempre. Mis amigos más recientes, y ahí
estarás tú, si quieres, o no. Puede que sea mejor que no. Escuece.
Mientras pienso eso, a
toda velocidad, arrojo la maleta sobre la cama abierta, meto a toda prisa la ropa
interior, las camisas con las perchas, dos pantalones, el neceser y dos pares
de zapatos.
Antes de cerrar la puerta
para siempre rocío con mi colonia toda la casa, y me explayo en el dormitorio,
en la ropa que queda colgada, huérfana, balanceándose.
Y en la tuya, en toda la
tuya. Los abrigos, las chaquetas, los
pañuelos, las bufandas. Especialmente
ahí, todo lo que vaya a abrazarte, a llegar a tu nariz, a rodear tu cuello.
Ya lo sé, pequeña es la
venganza. Pero tendrás que llevarlo todo
a la tintorería, si quieres que se vaya el olor. O tirarlo. Ja,ja,ja
Cierro la maleta. De un tirón la bajo de la cama. Salgo, dando
un portazo. Me quedo parado en la puerta. ¡Dios! Me he dejado las llaves puestas. Sin querer, ¿eh?- me digo a mi mismo.
- - Te jodes, Cristina. Tendrás que llamar al cerrajero.- murmuro en el rellano.
Llamo al ascensor por última vez. El espejo me devuelve una mirada desafiante y una sonrisa lobuna.
La semana pasada el relato tenía como tema "Crisis"; y debía contener diálogo y una escena.
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