Daltónicos
Ella tenía los ojos del color de la Coca-Cola, y él de Baileys con hielo. Parecía que en cuanto se miraran, se cuajaría la mezcla y se volverían bizcos los dos.
Los ojos de su hijo eran azul piscina. Y los de su hija verde agua. Tenían un perro blanco y un gato negro. Se vestían todos iguales y revelaban las fotos en blanco y negro. Ellos no apreciaban nada extraño.
En su trabajo, en una tienda de pinturas, las mezclas de color siempre salían grises.
Esta semana tocaba relato de humor. Como yo no soy graciosa, me ha salido muy corto.
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