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Mostrando entradas de mayo, 2019

Tormenta de verano

Abro el voluminoso paquete y me encuentro el lienzo con una mujer de espaldas a una ventana, con el vestido medio desabrochado y su reflejo en el suelo, que parece mojado… Cae al suelo una tarjeta.  Solo pone:  Nunca olvidaré este verano.   Tiene pegada una llave, la de la casa de Juan… No puedo evitar recordar aquel día, me pilló la tormenta desprevenida, cruzando el parque.  No había donde resguardarse así que con las sandalias de tacón en la mano y descalza empecé a correr. Llegué a casa hecha una sopa, con los pies embarrados, el ligero vestido chorreando y el pelo pegado a la cara. Rebuscaba las llaves en el laberinto de mi bolso cuando una voz conocida a mi espalda me sobresaltó: -            No te preocupes, ya abro yo. Era Juan, mi vecino de arriba. Me aparté que abriera y me dejó pasar.  Se adelantó para abrir también el ascensor, y le dejé pasar yo. Estaba tan empapad...

NACÍ PARA PUTA O PAYASO

La propuesta de esta semana es hacer un poema partiendo de un verso de otro conocido.  El mío era este: NACÍ PARA POETA O PARA MUERTO Nací para poeta o para muerto, escogí lo dificil -supervivo de todos los naufragios-, y sigo con mis versos, vivita y coleando. Nací para puta o payaso, escogí lo difícil -hacer reir a los clientes deshauciados-, y sigo con mis trucos, sacando una paloma del refajo. Nací para nada o soldado, y escogí lo dificil -no ser apenas nada en el tablado-, y sigo entre fusiles y pistolas sin mancharme las manos. Gloria Fuertes Y este es el mío: Nací para puta o payaso, ya no me hace gracia, si no hay amor ni risa, no salen flores del sombrero Nací para esquivar el foco, pero cuando me miras brillo, me aparto de la luz,  me escondo. Nací para esperar que vuelvas, mas cuando llamas cuelgo, si es a la puerta,  entra, aún está abierta. 

Mala educación

Chema se había levantado el sábado a las 7 de la mañana para sacar de cocheras el bús.   A las 7 y media de la tarde, a punto de terminar el segundo turno, en la parada de Gran Vía Salzillo se subió una chica discutiendo a voz en grito por su móvil. -           Disculpa,   se te ha olvidao pasar a pagar, -le dijo Chema, con sorna. -           Sí, yo te pago ahora. -           Y si eres tan amable, las disputas en el ámbito privado.- Le pidió. -           Pero es que a mí, si me da la gana, esto es público. -           No, no, aquí estamos… -           Si a mí me da la gana hablar por el móvil, hablo, ¿cómo que no?- interrumpió ella. -           No, no...

La libreta secreta

En realidad no es nada secreta.   Es una libreta un poco más grande que un paquete de pañuelos, con las tapas amarillas, anillas en la parte de arriba y hojas de cuadrícula,   que Ana guarda en el cajón de la mesa de la cocina.   Tiene más de treinta años, creo que ya la tenía antes de mudarse a esta casa.   Por sus hojas desfilan las recetas que necesita hojear porqué le falla algún detalle.   Un ingrediente, una medida...   El conejo al tomillo de Rosario, los buñuelos, el brazo de gitano, el arroz con leche de Eva Arguiñano, el bizcocho de yogur, bombones, trufas, bacalao al ajo arriero…    Casi todas con su caligrafía redonda y rápida, algunas con la nuestra, con tinta de bolígrafo azul, salpicadas de manchas de aceite en las páginas amarillentas. Tiene un cuaderno con fichas plastificadas sin estrenar, que le regalé, y un archivador con la mayoría, todas imprimidas y clasificadas,   que le hizo mi hermana, muertos de risa. Sigue apuntá...

El videojuego

Imagen
En un lugar del ciberespacio, cuyo nombre es impronunciable para los no iniciados en la programación, escribe código para un nuevo videojuego una prestigiosa informática, cuyo nick es Dulcinea. Las piezas de la armadura que componen la imagen multidimensional de un personaje, El Quijote, están sueltas en la cabeza de Dulcinea. La primera imagen refleja a una niña Dulcinea imaginada por un caballero infantil con yelmo de papel de plata, no la campesina sino una damita elegante, ufana con su vestido blanco y su sombrilla de paseo calada, en verdad más  un personaje de Sorolla que una noble castellana, que recita el texto sobre un escenario escolar con voz aguda. Esa niña, en la siguiente escena mira en su televisión de tubo catódico la serie de dibujos animados de los años ochenta, doblada por Fernando Fernán Gomez, cuya voz como Alonso Quijano resuena clara en su cabeza diciendo “No son molinos amigo Sancho, sino gigantes” y canta la sintonía infantil  “Quijoteeee… Sanc...

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...

Volvemos a casa del camposanto, protegidos de la lluvia con los paraguas, en una triste procesión que pinta de negro la carretera.   Acaban de enterrar al tío Juan, el Chato, y, como de costumbre, ha ido todo el pueblo.   He ido hasta yo, su eterno enemigo durante sesenta años, aunque me haya quedado en la puerta del cementerio. Sesenta años peleándonos por las tierras, por los turnos del agua, en el ayuntamiento… Viene de lejos nuestra guerra; uno en cada bando entonces y ahora, y mira por donde, mis nietos y los suyos se ajuntan, me hierve la sangre, cuando los veo, tan campantes, alternando en el bar y haciendo el tonto todo el día. Cuando tenía yo sus años ya estaba harto de acachar el lomo y éstos haraganes, con dieciséis abriles ni trabajan, ni estudian, pasan el verano mano sobre mano y aun tienen el cuajo de pedir la paga los domingos.   Les daba yo con la vara, como a las vacas. El caso es que al Chato lo han estado velando las mujeres toda la noche en su...