El señor de las moscas
Me despierto sobresaltado. Laura aún duerme, vuelta hacia la ventana, así que me levanto sin hacer ruido. Los niños también están dormidos. Hoy no se mueve ni el perro. Y encima se ha ido la luz… - Pues no me voy a duchar a oscuras y con el agua fría.- Murmuro con fastidio. Tampoco me puedo hacer el desayuno. Me asomo a la terraza de la cocina, mientras mojo una magdalena en el café frío de ayer. Asqueroso. Lo tiro por la fregadera. Las farolas están apagadas, la luz rosada del amanecer disfraza una extraña quietud. El ascensor tampoco funciona, no debe de haber corriente en todo el bloque. Pensando que la que la puerta del garaje tampoco funcionará, decido no coger el coche y bajo por las escaleras. En el portal, además de la basura y de las hojas que siempre se arremolinan esquivo unas cuantas moscas muertas. Tendré que ir a trabajar en autobús, vaya mierda.- Pienso.- Pero antes pasaré por casa de mis padres, qué ...