Cuento de Navidad

Marisa estaba atacada. Se multiplicaba en la cocina, con todos los fuegos encendidos para preparar el caldo, las gambas al ajillo y el cochinillo asándose en el horno. Menos mal que enseguida llegarán los chicos y me ayudarán,-pensó- o no, nunca se sabe. Pero no estaba nerviosa solo por eso, les tenía que contar lo de Adolfo, que se lo va a presentar en Navidad y que se va con él a pasar Fin de año fuera… , y no sabe cómo se tomarán la noticia, sobre todo Ana, que era el ojito derecho de su padre. Son las dos de la mañana del día de Navidad. Con Paula dormida en su asiento en la parte trasera del coche, se abrochan los cinturones. Conduce Ana, que Jesús ha bebido en la cena más de la cuenta. - El asado de tu madre, como siempre, de diez.- Le dice Jesús, con la voz pastosa y los ojos soñolientos. Ana conduce con los brazos en tensión. Mirando al frente y con los labio...